La Semana Santa compostelana trascurre desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, a la que se suma una procesión de traslado el segundo Domingo de Pascua (Dominica In Albis).
Con un total de dieciséis procesiones, la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo tiene lugar en un escenario de piedra llena de balcones y de galerías a través de las cuales, durante el día, el sol busca pequeños espacios para iluminar las estrechas calles de la ciudad. Un escenario que, al caer la noche, cuando las procesiones de carácter penitencial salen de sus sedes, cambia radicalmente para dar paso a una luz amarilla que se refleja en la piedra húmeda del suelo que pisan los cofrades.
Actualmente, nuestra Semana Santa recuperó todo su esplendor y cuenta cada año con mayor participación y seguimiento y con más visitantes, que pueden profundizar en nuestro patrimonio, visitar nuestras iglesias, conventos, monasterios y abrazar al apóstol Santiago en nuestra impresionante y recientemente restaurada Catedral.